No somos disminuidos, no valemos menos

 No somos disminuidos, no valemos menos


«No somos disminuidos y no valemos menos», asegura Isabella Arias, una joven de 14 años con parálisis cerebral que se comunica a través de una tableta; «es una cuestión de decencia y de dignidad», puntualiza Vicky Bendito, impulsora de una campaña que ha recogido más de 80.000 apoyos para borrar de la Constitución el término ‘disminuidos’.

Son algunas de las voces de personas con discapacidad que llevan años librando la batalla para eliminar del artículo 49 de la Carta Marga ese término que no les define, que va a ser posible con la reforma que va a ser aprobada este jueves en el Congreso de los Diputados.

«Cuando nací a mis padres les dijeron que habían tenido una hija retrasada», explica la periodista Vicky Bendito, con síndrome de Treacher Collins y sordera. Ha pasado medio siglo y el lenguaje para referirse a las personas por discapacidad ha ido adoptando distintas expresiones, como «minusválido», «impedido» o «subnormal».

«Había que hacer cambios», cuenta Bendito, y la decisión de intentarlo la tomó tras participar en la lectura de la Carta Magna en el Parlamento, donde trabajaba como periodista.

«Me quedé perpleja cuando leí el artículo 49 para un vídeo institucional sobre la Constitución; me encuentro con que habla de las personas con discapacidad como disminuidos físicos y psíquicos que necesitan rehabilitación y tratamiento», recuerda.

Era 2018 y puso en marcha la campaña en Change.org «Soy sorda, no disminuida», que en pocos meses recibió más de 80.000 firmas. «Quería recabar el apoyo de la gente para sacar del cajón una petición que había hecho ya a los políticos el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) en 2005, pero ese tema había caído en el olvido».

«No me cabía en la cabeza que España, habiendo firmado la convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad en 2007, no hubiera modificado ese artículo», reconoce.

Le sorprende el impacto que tuvo y tiene la iniciativa porque sigue en vigor y no piensa cerrarla hasta que el BOE no publique la reforma. «Hemos estado a punto en dos ocasiones, espero que a la tercera vaya la vencida».

«Es una cuestión de decencia, dignidad y coherencia», opina Bendito, quien recuerda que cuando se redactó fue un «hito para las personas con discapacidad porque nunca habían tenido espacio en la legislación, pero está recogido desde el punto de vista medico-rehabilitador, que ha quedado obviamente superado». «La discapacidad no es una enfermedad, se tiene no se padece; se padecen las enfermedades y se sufren las lesiones», apostilla.

La discapacidad no es una enfermedad, se tiene no se padece

Opina que con la reforma, las personas con discapacidad tienen ahora «un escudo muy potente» que va a proteger sus derechos. «Pero también debemos hacer valer este artículo y este escudo como defensa de nuestros derechos».

«La accesibilidad aparece como un derecho constitucional y es clave para la inclusión, mejora la vida de todos, no solo de las personas con discapacidad, porque hace entornos más amigables», concluye.

«Somos iguales, no valemos menos», asegura Isabella. Tiene 14 años y ya una larga experiencia como activista. Isabella Arias, con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo, utiliza Comunicación Aumentativa y Alternativa para comunicarse a través de un dispositivo. Ha participado en la campaña por el Día Mundial de la parálisis cerebral y en la Estrategia de Infancia a través de Unicef.

«Me parece bien que la Constitución no nos llame disminuidos porque somos iguales al resto de las personas y no valemos menos; queremos que nos escuchen y nos tenga en cuenta», reclama la joven.

Ha intervenido en un acto para valorar cómo va a cambiar sus vidas con la reforma, junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro Pablo Bustinduy. «Si hay una ley tan importante como la Constitución que se puede modificar, también podrán cambiarse otras leyes que necesitamos las personas con discapacidad».

«Las niñas y los niños con discapacidad queremos que nos escuchen y nos tengan en cuenta. Este cambio en la Constitución nos va a ayudar a que se reconozcan mejor nuestros derechos«, argumenta, y es que por primera vez la Carta Magna va a mencionar expresamente a la infancia y a las mujeres con discapacidad.



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