El fútbol femenino ha ganado mucho más que un Mundial, ha ganado una transformación

 El fútbol femenino ha ganado mucho más que un Mundial, ha ganado una transformación


Ahora que está a punto de concluir 2023, es momento de hacer balance de todo lo que se ha vivido en un año en el que el fútbol femenino español ha conquistado el mundo, pero también ha tenido que hacer frente a polémicas y contratiempos. Desde la victoria en el Mundial, pasando por el ‘caso Rubiales’ y hasta la huelga de jugadoras al inicio de la temporada durante las negociaciones del nuevo Convenio Colectivo. La presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez, atiende a 20Minutos para repasar los obstáculos a los que ha tenido que enfrentarse y el impacto que ha tenido en España la gesta de la selección española.

Ha sido un año espectacular para el fútbol femenino.Se han conseguido cosas muy importantes y, pese a todas las dificultades que nos hemos ido encontrando en el camino, lo resumiría con que el fútbol femenino sale muy reforzado a nivel social y también como producto.

Ha terminado de explotar este 2023: Aitana Bonmatí o Alexia Putellas son referentes de toda una generación.Creo que esa era una de las cuestiones fundamentales, la visibilización del fútbol femenino, que pasaba también por tener retransmisiones de los partidos, así como por ir trabajando con los clubes en las mejoras que les ayuden a profesionalizarse y a visibilizar. El Mundial, sin duda alguna, ha sido un escaparate fundamental que puso en escena, además en un lugar privilegiado, al fútbol español a nivel mundial. Y desde luego que tener las mejores jugadoras del mundo, como era antes Alexia, con los dos últimos Balones de Oro, y ahora Aitana Bonmatí, es una generación de referentes que es fundamental para que otras niñas se animen a jugar al fútbol desde pequeñas.

Tuvo que pasar algo así como ganar un Mundial para que ellas fueran escuchadas

El Mundial ha sido el punto de inflexión.Llevábamos tiempo reclamando determinadas cuestiones, discriminaciones y actitudes por parte de la RFEF respecto al fútbol femenino y, de hecho, ha habido víctimas por el camino. Ha habido jugadoras que por meritocracia deberían haber estado en el Mundial, no quiero decir que las que han ido no tengan mérito, y que no fueron y no pudieron disfrutar precisamente por alzar la voz. Esa voz que veníamos alzando otras instituciones, como es mi caso en Liga F, y que no habíamos sido escuchadas por las distintas instituciones que se supone que deben velar por el interés y por la promoción del fútbol femenino. Tuvo que pasar algo así como ganar un Mundial para que ellas fueran escuchadas. Hemos ganado mucho más que un Mundial, hemos ganado una transformación, una reivindicación social que se venía haciendo desde hace muchos años, y creo que es el momento de que se vayan produciendo esos cambios.

Hay jugadoras que siguen sin volver con la selección pese a que se han hecho muchos cambios.Las jugadoras han tenido diferentes posturas, como es normal en un grupo tan amplio, y al final eso puede ser síntoma también de que, aunque han salido fortalecidas con la unidad y con la presión grupal que han hecho para poder conseguir estos cambios, sí es cierto que hay otras jugadoras que creen que todavía esto no es suficiente y han decidido sacrificar y decidir no volver a la selección. Creo que pone en valor todo lo que están haciendo estas jugadoras, hablo de todas en su conjunto en la medida que cada una considere, porque no tiene que ser fácil cuando estás poniendo en riesgo tu profesión, tu vida profesional y de alguna manera estás renunciando a otros éxitos, a conseguir determinados hitos importantes en tu vida para que otras jugadoras que vienen detrás puedan beneficiarse de todo ese cambio que tú estás reclamando ahora, con lo cual me parece muy valiente y muy generoso.

¿Qué más se necesita?Se tienen que dar más cambios. Por un lado, está todo lo que reclaman las jugadoras. Creo que la Federación todavía tiene que hacer cambios estructurales profundos. Han apartado a personas, no está Luis Rubiales, no está Andreu Camps, no están algunas personas que, de alguna manera, entendíamos que estaban entorpeciendo y boicoteando este crecimiento, pero todavía tiene que haber cambios, tanto personales como de fondo, de valores, de forma de entender y de funcionamiento de la propia Federación. Un cambio profundo que cambie ese clientelismo y que esto empiece a funcionar de otra manera mucho más democrática. Al margen de eso, también tiene que haber muchos cambios en todo lo que tiene que ver con el crecimiento del fútbol femenino. Llevamos ya un año y medio como Liga F y creo que que ya hemos superado los baches más importantes. Ahora sí que nos toca a nosotros desempeñar ese papel de crecimiento y buscar las formas de ir consiguiendo los hitos que nos permitan posicionarnos como Liga.

¿Cómo resumiría el 2023 de la Liga F?
Complicado, pero muy satisfecha con el resultado. No lo soñábamos hace un año… ni desde el Mundial. Cuando justamente las jugadoras estaban ganando el Mundial, toda la gente que estamos en el fútbol femenino estábamos con un sabor agridulce. Por un lado, disfrutando de un hito tan importante, y por otro, pensando en que es lo que nos iba a venir ahora, porque después de haber conseguido eso digamos que la Federación y las personas que estaban ahí se iban a empoderar todavía mucho más. Lo que pasa es que duró muy poco, porque evidentemente se fueron sucediendo los hechos lamentables que todos conocemos. Pero creo que lo que se ha conseguido es una transformación profunda y social, una reivindicación, alzar la voz y que todo el mundo conociera socialmente y mundialmente las personas que estaban ahí dentro y que estaban boicoteando todo el crecimiento.

Hasta ahora son buenas palabras, pero todavía no son hechos

El ‘caso Rubiales’ ha empañado todo lo conseguido por el fútbol femenino español.Ha empañado la imagen del fútbol español en general. España se situó en el foco mundial por tener un dirigente que no estaba a la altura. No es que haya sido lo único negativo en el fútbol femenino, es que todo lo demás ha ido siguiendo su curso. La profesionalización del fútbol femenino evidentemente no es fácil, empezamos hace año y medio sin absolutamente nada, sin balón, sin televisión, sin patrocinadores, sin sede, sin trabajadores, sin nada, y creo que hemos ido consiguiendo objetivos fundamentales para sentar las bases. A partir de ahora tenemos todo un camino por recorrer, un plan estratégico para los próximos años que nos va a permitir crecer, espero que mucho más rápido de lo que lo hemos hasta ahora.

¿Cómo está la relación de la Liga F con la RFEF ahora ya sin Rubiales?Ha cambiado la parte personal. He tenido reuniones con Pedro Rocha en donde había un compromiso por su parte para llegar a acuerdos que nos permitieran mejorar las condiciones que nos imponía la resolución del Consejo Superior de Deportes en junio en ausencia de un convenio de coordinación. Y es cierto que nuestros equipos se han ido reuniendo en diversas ocasiones, intercambiando documentos para cerrar y poder llegar a sus acuerdos, pero también tengo que decir que en las últimas semanas estoy un poco decepcionada, sobre todo, con el ritmo de trabajo. Hasta ahora son buenas palabras, pero todavía no son hechos. Y la desconfianza me lleva a pensar que esto se va alargando y creemos que esto no es una cuestión de dejar pasar el tiempo y que le pille a otro, creo que si realmente crees en un cambio tienes que ejecutarlo. Ojalá al inicio del 2024 pueda estar diciendo otras cosas y agradeciendo que ya no son solo palabras, sino también hechos.

¿Cómo se vivió desde Liga F esa entrega de medallas?Primero, impactados un poco por lo que estaba sucediendo. Sí es cierto que no tan sorprendidos, porque al final también conocemos al personaje, al troglodita que había. Era lamentable la imagen que estábamos dando a nivel de fútbol femenino, a nivel de fútbol español, la falta de respeto hacia las mujeres. Nos ha servido para ver y comprobar el progreso que hemos tenido como sociedad. Ha quedado bien claro que la sociedad ha juzgado toda esa situación de una manera tremenda. Hay cosas que venían pasando y que no habían sido vistas o reconocidas mundialmente y de alguna manera esto permitió visibilizar, no solo el beso, sino los gestos en el palco, toda la entrega de medallas, todo su comportamiento y actitud impresentable a lo largo de todo. También sus posteriores declaraciones y sus discursos delirantes, su ausencia de perdón real y sentido, el poner el foco en la víctima para distorsionar el mensaje. Ha sido todo muy lamentable y afortunadamente esa persona ya está inhabilitada para los próximos tres años y esperemos que nunca más esté a cargo del deporte español y del fútbol.

Jenni Hermoso se ha convertido en un ejemplo, no solo para el deporte femenino, sino también para la mujer a nivel social

Usted conoce muy bien a Jenni. ¿Cómo ha vivido ella estos meses?Lo he tenido que pasar verdaderamente mal, sobre todo porque vienes de ganar un Mundial, que se supone que es uno de los hitos más importantes o el más importante en tu vida, y no lo puedes disfrutar. Estás en el foco de todos los medios a nivel mundial como víctima de una situación de abuso de poder, abuso de autoridad e incluso de abuso sexual, como está judicializado. Supongo que ha sido abrumador para ella y en algún momento desbordante. Creo que lo ha llevado muy bien, ha salido y ha hablado cuando lo tuvo que hacer y creo que ha sido muy valiente en sus palabras, en dar ejemplo para que esto cambie realmente. Se ha convertido en un icono, en un ejemplo, no solo para el deporte femenino, sino también para la mujer a nivel social. Esto ha tenido un impacto más allá del deporte y, por supuesto, mucho más allá del fútbol y de España. Yo lo que le he dicho cuando la he visto es que de esto tiene que salir reforzada y que ha hecho un favor a muchas otras mujeres.

¿Cuál es el protocolo de la Liga F para esos casos de abuso que hemos visto en muchos clubes?Tenemos un protocolo contra el acoso pactado con los sindicatos, en el que se recoge un protocolo de actuación para aquellas cosas en las que Liga F tiene competencia para actuar. Es evidente que luego todas las instituciones, los clubes, tienen que tener el suyo propio. Creo que todos tenemos dentro de nuestras competencias que cumplir con todo esto, y no solo por una cuestión legal, sino de convicción y de protección a la deportista, que es lo fundamental. 

Estamos ahora en la negociación del nuevo Convenio Colectivo marcando otro tipo de condiciones [más allá de la económica] y una de las cuestiones que están encima de la mesa es mejorar ese protocolo porque creemos que hay cosas que se pueden mejorar y, con la experiencia vivida este año, además, tenemos igual otra visión, otra capacidad para hacer esas mejoras y se ejecutarán para que haya una protección absoluta en la medida que podamos a todas ellas.

Liga F tuvo que hacer frente a un palo como el de Finetwork. ¿Cómo afectó?Nos pilló por sorpresa la actitud de Finetwork. Llevábamos todo un año trabajando con ellos, porque no buscamos un patrocinador  que solo se implique a nivel económico, sino también en el proyecto, y así lo habíamos manifestado tanto Finetwork como yo en entrevistas conjuntas en las que hablábamos de ese camino y esos objetivos. Nuestros equipos estuvieron trabajando a lo largo de todo un año y eso constata que había un contrato en vigor que ellos no cumplieron a la hora del pago. Cuando no te pagan lo que está firmado tienes que judicializar y reclamar lo que te corresponde. Rompimos el ‘title sponsor’ y estamos en búsquedas de nuevos que se están acercando y que tienen interés real, a medio y largo plazo, que es lo que queremos y esperamos conseguir, pero no puedo poner fechas porque estamos hablando ahora mismo con varias empresas para ver si se consigue llegar a un acuerdo.

Y también ha tenido que enfrentarse a una huelga al inicio de este curso.Ha sido duro haber llegado a esa situación, y un poco decepcionante, porque también es nuestra responsabilidad como dirigentes de Liga F. En la negociación de la huelga, desde Liga F se intentó poner toda la buena voluntad para llegar a acuerdos. Creo que los clubes han hecho un esfuerzo importante para poder incrementar la masa salarial. Es evidente que desde Liga F, además de esa parte económica, estamos muy interesados en ofrecer paquetes importantes de medidas sociales, como ayudas para educación, conciliación, maternidad… pero en aquel momento los sindicatos, sorpresivamente, no mostraron mucho interés por estas cuestiones y quisieron centrarse en la parte económica para desatascarlo. Fue una pena porque yo creo que las futbolistas sí que se podían haber beneficiado de estas medidas desde el principio de temporada. 

Ahora sí que estamos negociando el Convenio en su conjunto y estamos pendientes de ir cerrando estos temas, que no creo que sean un problema para el futuro. Quedan todavía flecos, estamos teniendo reuniones cada cierto tiempo con los sindicatos para intentar mejorar las condiciones de los futbolistas en su conjunto, no solo esa masa salarial, sino también otro tipo de recursos humanos dentro de los clubes, de viajes, entrenamientos, medidas sociales. Al final nuestro gran objetivo como Liga profesional es seguir trabajando en eso para conseguir un contexto que permita, por un lado, asegurar la sostenibilidad de la competición y de los clubes, y por otro, el crecimiento y las mejoras para los futbolistas.

Antes teníamos que salir a vender nuestro producto, ahora son las empresas las que se sienten atraídas

El trabajo de la temporada pasada y el Mundial han hecho cambiar la posición de la Liga F y del fútbol femenino.El modelo de patrocinador ha evolucionado mucho. Antes teníamos que salir a vender nuestro producto, ahora son las empresas las que se sienten atraídas y vienen a comprarte tu producto. Eso ya cambia el modelo de negociación con los patrocinadores, y creo que tenemos todos los ingredientes en Liga F para convertirnos en un referente mundial y tenemos que seguir generando recursos para afianzarnos en esa posición.

También ayuda que las audiencias se han disparado.El Mundial ha fidelizado a espectadores que nunca habían visto fútbol femenino y que, después de haberlo conocido, se han enganchado a algún club o directamente a la competición. También el trabajo que se ha venido desarrollando con los clubes para la mejora del producto audiovisual está dando sus frutos y por eso las audiencias han crecido sustancialmente desde la temporada pasada. Y es uno de los retos ahora en el 2024 crecer todavía muchísimo más en esas audiencias y en los espectadores que van a los partidos de Liga F. Son dos objetivos fundamentales que ahora mismo están en el pico de nuestra pirámide.

¿Le ha quedado a la Liga F alguna cuenta pendiente en este 2023?Nos han quedado muchas cosas por hacer y además el ritmo de trabajo ha sido muy entorpecido con todas las cosas que han ido ocurriendo. Pasábamos mucho más tiempo tratando de solucionar conflictos y zancadillas con la Federación que trabajando realmente en lo que teníamos que estar centrados, con lo cual hemos perdido mucho tiempo en poder dar los pasos a la velocidad que nos hubiera gustado. Nos quedan muchísimos objetivos y creo que desde Liga F tenemos que crear un modelo propio, que vaya más allá de la organización de una competición. Hemos estado volcados en ese desarrollo de marca que genere un impacto social positivo que cambie la sociedad. Y el plan estratégico para los próximos tres años ya lo tenemos diseñado y ahora estamos en la fase de implementación, pero evidentemente nos hubiera gustado poder haberlo tenido mucho antes.

Mucha gente mencionaría el nivel del arbitraje y la llegada del VAR.Todas las personas que estamos implicadas en el desarrollo del fútbol femenino entendemos que el VAR tiene que llegar, como muchas otras cosas, y esto se trata más de establecer un orden de prioridades. Lo primero que tienen que tener los clubes son infraestructuras que permitan un VAR, que evidentemente a nivel de logística no se pueden implementar en cualquier instalación. El VAR va a llegar, es una prioridad pero quizá hay otras antes. Y el arbitraje no se solucionaría únicamente con VAR, creo que tenemos que evolucionar todos para que el nivel del arbitraje vaya creciendo, para que sus condiciones sean cada vez mejores.

¿Qué deseo pide la Liga F para 2024?Lo primero de todo, que nos dejen trabajar, que consigamos una paz institucional que nos permita trabajar a buen ritmo y que además estemos todos coordinados para hacer crecer el fútbol femenino a todos los niveles, no solo en Liga F, sino también el fútbol base, el resto de clubes de otras categorías, para las niñas que empiecen. Por otro lado, la implementación de nuestro plan estratégico que nos permita tener una competición sostenible y atractiva, que nos permita ser relevante en lo social. Y por supuesto, este desarrollo de marca para poder convertirnos en una Liga referente, pero no una Liga como competición, sino en un modelo de cambio, en un símbolo de cambio social que ponga en valor el empoderamiento de la mujer y la naturalización de la práctica deportiva del fútbol femenino entre las niñas y los niños.



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