Soy un ‘puretilla’ en el cuerpo de un hombre de 28 años
«Soy un ‘puretilla’ de los antiguos, uno metido en el cuerpo de un hombre de 28 años. Me encantan quedarme en casa con mis gatas, ver una película, tomarme un vinito…», comentó Ángel en su presentación en First Dates este lunes de Navidad.
Carlos Sobera se sorprendió por la afirmación de los animales, relacionándolo con que no había tenido mucha suerte en el amor: «Creo que soy raro y exigente, por eso no ha cuajado nada con nadie. Lo máximo que he estado en una relación han sido siete meses«, reconoció el cántabro.
«En el mundo de la homosexualidad hay una superficialidad súper bestia. En el momento que te sales de la norma, no vas al gimnasio y estás todo el día dedicado al culto al cuerpo, pareces bicho raro. El cuerpo se entrena, la cara, no», explicó el camarero.
Su cita fue David: «Me considero un tío bastante guapo, me miro en el espejo y me veo de puta madre y, además, la gente habitualmente me lo dice», afirmó el santanderino en su presentación.
“Tengo claro que quiero ser padre en el plazo de un año o año y medio, y el que no cumpla ese requisito, que para mí es el más importante, aparte de la atracción física, no entrará en mi vida”, añadió el repartidor.
Ambos descubrieron que procedían de Cantabria y que habían vivido en Valencia, así que pasaron a la mesa a cenar para conocerse mejor y averiguar si tenían más cosas en común entre los dos.
Tras charlar de sus trabajos actuales y a lo que se querían dedicar en el futuro, los problemas con las drogas de David en la época que trabajaba por la noche: «Eso trae mierda y destrucción a tu familia, que quede muy claro. Y cuesta mucho salir, a mí, dos años».
Cuando pasaron al tema de las relaciones, ambos también coincidieron en que no habían tenido mucha suerte con sus parejas: «Siempre lo termino dejando yo», confesó el santanderino.
«Quiero ser ya papá. Me encantan los niños y tengo un imán para los críos«, señaló David, dejando boquiabierto a Ángel, que le contestó: «A mí también me gustaría, pero a los 35 o así, y tengo 28. Es una cosa bastante seria».
Al final, David no quiso tener una segunda cita con Ángel porque «físicamente, pese a que es guapo y tiene unos ojos bonitos, no es mi tipo». El cántabro, por su parte, coincidió con su pareja de la noche en no volver a verse: «La presión de ser padre no me ha venido bien».