Anthony Blake, el mentalista que acertó ‘El Gordo’ en 2002 predice cuál será el primer premio de la Lotería de Navidad 2023
Una entre 100.000. Esas son las posibilidades de ganar el Gordo de Navidad -un 0.0001%, inapreciable-. Aun así, son muchos quienes, cada 22 de diciembre, sueñan con llevarse el número ganador, y también quienes han tratado de adivinar la combinación de cinco dígitos ganadora, pero solo un hombre lo ha logrado. Él es Anthony Blake.
El año de oro: 2002
Su nombre real es José Luis González Panizo y es uno de los magos más conocidos de España. Su época dorada fueron los noventa y los 2000, y el año que le llevó a ocupar todas las portadas fue el 2002, cuando logró adivinar el número ganador de la lotería gracias a un reto de Antena 3.
Allí, en el centro comercial de La Vaguada, en Madrid, anotó el número en uno de sus libros y lo metió en una caja que estaba vigilada por una cámara las 24 horas del día y a la vista del público, y que resultó contener la combinación ganadora.
«Todo salió perfecto. Acerté el número: el 8103. Al poco tiempo me llamó un periodista y me dijo que Antena 3 le había contado el secreto, que había un enano. Yo le expliqué la verdad, que ¡cómo iba a tener un enano!, bromeando sobre cómo le daría de comer por una rendija -la caja estuvo vigilada por una cámara las 24 horas del día y a la vista del público-. Pero insistía en que tenían una entrevista con él. Y yo le decía, ‘ah, pues preséntamelo y así le conozco’. Nunca salió porque no existía. El truco era mucho más sofisticado, elaborado y divertido que todo eso. Creo que lo del enano se lo inventó el productor», contaba el propio Blake.
Su apuesta para 2023: el número ganador
Ahora, 21 años después, Blake rememora en varios medios de comunicación la hazaña y en TV3 se ha atrevido a pronosticar un nuevo número ganador. Entre risas, y pidiéndole una cifra a cada persona presente en el plató de Tot es mou, se ha decantado por el 09.754 para que sea ‘El Gordo’ que salga del bombo este viernes 22 de diciembre. Aunque lo cierto es que lo ha hecho más como una anécdota. Eso sí, poco después los décimos empezaron a volar.
«Lo de 2002 fue un acto de provocación de un artista para llamar la atención, ni la Inteligencia Artificial ni los videntes podrían hacerlo», ha explicado el mentalista, que además de sus espectáculos imparte conferencias y cursos sobre comunicación no verbal y programación neurolingüística. También ha publicado tres libros: Tu poder mental, Tu poder intuitivo y Lo que sé del más allá, donde propone ejercicios para entrenar el poder de la mente, la memoria y dominar el subconsciente.
De trabajar en la calle a la televisión
Blake comenzó su carrera como mentalista con solo 15 años en Gijón, a pesar de la oposición de su familia. Allí, «pasábamos la gorra y nos íbamos a gastar el dinero a una pastelería. Mi tío le decía a mi madre: ‘Ese chiquillo tiene modales’». Y más tarde viajó a Madrid, donde comenzó su verdadero camino.
«La tensión con mi madre subió mucho. Yo era de salir de copas y me encontraba con todos los colgados de Oviedo. Invitaba y tenía un montón de amigos, pero, para el que me veía desde fuera, era uno más de los colgados, así que cuando iba a pedir una subvención a los consejeros o a los concejales que encontraba de noche, me la negaban«, admitió en La Nueva España.
En la década de los 90 dio el salto a la televisión después de hacer varios números por el norte del país, hasta que conoció a Juan Tamariz y Pepe Carroll en Madrid, además del productor Chicho Ibáñez, quien le ofreció trabajar en ‘Un, dos, tres’, uno de los mayores programas de TVE en ese momento. Después estuvo en otros como ‘’De domingo a domingo’ y ‘Crónicas Marcianas’, y su éxito le llevó al teatro, creando sus propios espectáculos.