El PSOE celebra el «pacto de progreso» en Pamplona y el PP prevé que pagará un precio
Un día después de que el Congreso diese luz verde al inicio de la tramitación de la ley de amnistía con el apoyo del Gobierno y sus socios nacionalistas e independentistas, la sorpresa saltó en Pamplona, donde se conoció que el PSOE apoyará el próximo 28 de diciembre una moción de censura impulsada por EH Bildu para arrebatarle la Alcaldía de la ciudad a UPN y brindársela a los abertzales. Un «pacto de progreso» que los socialistas cierran sin «ningún complejo», y que, según el PP, aleja «las posibilidades de entendimiento» entre las dos principales partidos de España y «no saldrá gratis» a Pedro Sánchez.
Desde el PSOE niegan que se trate de un pacto que se produjese antes de la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, algo que denuncia el PP. Los populares lo calificaron este miércoles como el «pacto encapuchado» y varios miembros de la formación socialista salieron a defender el acuerdo con un «partido democrático y progresista» que es clave para la estabilidad del Gobierno central dentro de la mayoría de la investidura.
Los socialistas, además, destacan que en el pacto firmado con los abertzales ambas formaciones se comprometen a «trabajar para generar un clima político de entendimiento que mire al futuro, sin olvidar al pasado». «Desde la convicción política y ética de que es necesario el reconocimiento y reparación de las víctimas generadas por la violencia de ETA, evitando en todo momento que se puedan generar situaciones de humillación, así como manteniendo en buen estado los elementos de recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo«, añaden.
Durante la primera sesión de control al Gobierno de la nueva legislatura, el ministro de Transportes, Óscar Puente, fue el primero en defender el pacto para desalojar a UPN de la Alcaldía de Pamplona. «En pocos días habrá en España otra Alcaldía progresista y una menos de derechas», se felicitó Puente, quien aseguró no tener «ningún complejo».
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, defendió la moción de censura porque «era un ayuntamiento paralizado, con un equipo de gobierno incapaz de llegar a acuerdos con nadie y sin presupuesto durante tres años». Fue López quien, a preguntas de los periodistas en el Congreso, negó que la moción fuera pactada con EH Bildu antes de la investidura de Pedro Sánchez, al igual que lo hizo Santos Cerdán, secretario de Organización de los socialistas.
En la misma línea que López se manifestó la vicepresidenta cuarta y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien declaró que «el PSOE pretende que los ciudadanos de Pamplona puedan tener también una corporación local que trabaje para ellos y esté a su servicio». Eso sí, negó que este pacto suponga «una nueva etapa».
«Cada territorio tiene su afán», argumentan desde el PSOE para aclarar que el pacto de Pamplona no es extensible a futuras ententes. Más aún, cuando en pocos meses se celebrarán las elecciones autonómicas en el País Vasco, con los abertzales disputándole el primer puesto al PNV y presionando para ampliar un acuerdo que, además de Pamplona, también funciona en Navarra, donde Bildu da apoyo a la socialista María Chivite, y en el Gobierno central, en el que sus siete diputados son clave para la estabilidad del Ejecutivo.
No obstante, la propia María Jesús Montero negó la mayor al asegurar que «cada institución tiene su diagnóstico y su tratamiento». Los socialistas son conscientes del riesgo electoral que puede suponer sus pactos con EH Bildu, a quien han obligado por escrito en el pacto a firmar el «reconocimiento y la reparación de las víctimas generadas por la violencia de ETA». De hecho, el propio presidente Sánchez presumió en su investidura –hace menos de un mes– de haber evitado que los abertzales alcanzasen la Alcaldía de Pamplona, que finalmente conseguirán.
Por su parte, para el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el apoyo del PSOE a Bildu en la ciudad navarra significa que Pedro Sánchez «elige bando» y es el «precio» que exigieron los socios del PSOE para «comprar» la Presidencia del Gobierno. Eso sí, quiso dejar claro que «no le saldrá bien ni gratis». Durante la celebración de los Encuentros Henneo, donde acompañó al presidente de Aragón, Jorge Azcón, Feijóo presentó al PP como la «alternativa» al «Gobierno más débil y con menos principios de la democracia española». «Yo elijo estar acompañado por la mayoría responsable de los españoles», prometió.
Por otro lado, el líder popular lanzó un aviso inequívoco a Pedro Sánchez: «Si las posibilidades de entendimiento [entre PP y PSOE] no eran muchas, desde hoy son muchas menos» tras el pacto en Pamplona. Un acuerdo que para Feijóo «probablemente no represente la totalidad del pacto» con los abertzales, pues Sánchez «se ha acostumbrado a engañar a todo el mundo». «Tienen una querencia por la mentira y el engaño. Es insoportable», lamentó.