Cuántos impuestos pagas por heredar en España
Si hay un tributo polémico en España ese es el Impuesto sobre Sucesiones o impuesto por heredar. Desde quienes lo consideran una doble imposición porque grava bienes que ya han pagado impuestos hasta quienes lo ven como una forma de redistribuir la riqueza.
Sin embargo, si algo se pregunta todo el mundo es cuánto cuesta heredar en España y si realmente el Impuesto de Sucesiones es tan elevado como para tener que renunciar la herencia.
La realidad es que no se puede hablar de un porcentaje medio a pagar en todo el país porque existen muchas diferencias por regiones. Este tributo está cedido a las comunidades autónomas, que aplican bonificaciones y reducciones distintas.
Por ejemplo, en regiones como Aragón o Extremadura donde no se tributa si no se superan los 500.000 euros de base imponible y no son las únicas.
Lo que no cambia es cómo se calcula este impuesto, que es lo que te ayudará a saber cuánto cuesta heredar en España y cuántos impuestos se paga por una herencia.
Cómo se calcula el Impuesto sobre Sucesiones
El impuesto de las herencias depende principalmente de tres elementos:
- El valor y tipología de los bienes heredados. Cuanto mayor sea la herencia, más impuestos habrá que pagar porque este tributo funciona de forma progresiva.
- El grado de consanguineidad, que no es más que la relación familiar con el fallecido.
- El patrimonio preexistente, que es el capital que ya poseen los herederos.
Así es como funciona cada uno de ellos.
El valor de la herencia
Una vez identificados los herederos, hay que hacer inventario de la herencia.
Esto consiste en sumar todos los bienes y derechos y restar las deudas y cargas deducibles. Esto dará con la base imponible del impuesto.
En este punto, no todos los bienes se valoran igual. Hay algunos con una normativa especial para que pagues menos impuestos por ellos.
Por ejemplo, existe una reducción del 95% por transmisión de participaciones en empresas familiares.
Esta misma reducción se aplica en la herencia de una casa hasta un máximo de 120.000 euros cuando la heredan los familiares directos.
El grado de consanguineidad
El Impuesto de Sucesiones prima las herencias entre familiares directos. La ley general aplica una serie de reducciones según el grado de parentesco:
- Grupo I: adquisiciones por descendientes y adoptados menores de veintiún años, 15.956,87 euros, más 3.990,72 euros por cada año menos de veintiuno que tenga el causahabiente, sin que la reducción pueda exceder de 47.858,59 euros.
- Grupo II: adquisiciones por descendientes y adoptados de veintiuno o más años, cónyuges, ascendientes y adoptantes, 15.956,87 euros.
- Grupo III: adquisiciones por colaterales de segundo y tercer grado, ascendientes y descendientes por afinidad, 7.993,46 euros.
- Grupo IV: en las adquisiciones por colaterales de cuarto grado, grados más distantes y extraños, no habrá lugar a reducción.
Además, cuando el heredero tiene una discapacidad reconocida se suma una reducción adicional que va desde los 48.000 euros para personas con una discapacidad superior al 33% y hasta los 150.000 euros si la discapacidad es superior al 65%.
El patrimonio preexistente
El patrimonio preexistente es la suma de bienes del heredero, des la vivienda habitual hasta los depósitos e inversiones.
Ese patrimonio se utiliza como coeficiente multiplicador de la cuota tributaria. En otras palabras, que aumenta la cantidad a pagar por el impuesto.
Solo los herederos del grupo I y II con un patrimonio inferior a 402.678,11 euros pagarán la cuota establecida sin ningún tipo de incremento.
A modo de ejemplo, un descendiente directo que sea heredero y tenga un patrimonio de 500.000 euros, pagará 1,1% de la cuota resultante.
Cuántos impuestos pagas por heredar
La cuota resultante se obtiene tras aplicar sobre la base de impuesto (la herencia) menos las deducciones, las tablas del tributo, que son las siguientes:
Como puedes ver, esta base es progresiva. Hasta 7.993,45 euros el tipo a aplicar es del 7,65%, que es lo mínimo a pagar.
Sobre la cantidad resultante habrá que aplicar después las bonificaciones, que dependen de cada comunidad autónoma y son las que realmente marcan las diferencias en el impuesto.
