Mitos sobre las alternativas sin humo y la ciencia que las avala
Ya sea por costumbre o comodidad, llegamos a naturalizar y dar por sentadas algunas ideas que se basan en información sesgada o errónea, lo que nos lleva a adoptar ciertas creencias y a caer en malinterpretaciones. La información veraz y precisa es la mejor manera de contrarrestar los mitos y poder tomar decisiones más ajustadas a la realidad.
Algunas ideas preestablecidas pueden parecer inofensivas. Sin embargo, cuando atañen directamente a nuestra salud es fundamental tomárselas en serio y contrarrestarlas. En relación al consumo de tabaco, España roza en la actualidad los 9 millones de fumadores y, aunque resulta evidente que la mejor alternativa sería que dejen de consumir nicotina y tabaco por completo, debemos ser conscientes de que muchos no lo hacen.
Es por ello que es necesario otra vía complementaria a la prevención y la cesación, para abordar esta realidad desde una perspectiva holística en base a la ciencia y que ofrece a los fumadores adultos que de otro modo seguirían fumando mejores alternativas.
Este enfoque innovador se centra en ofrecer mejores alternativas a los fumadores adultos que no abandonan el hábito.
Se trata de opciones con nicotina pero sin combustión y, por tanto, libres de humo. Por supuesto, hay que tener en cuenta que estas alternativas no son inocuas y su uso conlleva la inhalación de nicotina, que es adictiva. Pero la ciencia ha demostrado que son una mejor opción que seguir consumiendo tabaco y nicotina de la forma más perjudicial que existe: el cigarrillo.
La clave de estas alternativas, como los dispositivos para tabaco calentado o los cigarrillos electrónicos, es que no queman, sino que producen un aerosol o vapor diferente al humo del cigarrillo. De este modo, al evitar la combustión, disminuyen significativamente los niveles de sustancias químicas perjudiciales en comparación con el humo del cigarrillo. Tengamos presente que el alto contenido de estas sustancias en el humo del cigarro es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.
Ideas erróneas sobre el hábito de fumar
Existen malentendidos sobre el rol de la nicotina y el hábito de fumar que pueden actuar como una barrera a la hora de considerar el uso de las alternativas sin humo en los adultos fumadores. La nicotina, presente de forma natural en la hoja de tabaco, es una de las razones por las cuales la gente fuma, junto con otros factores como el sabor y el ritual.
Sin embargo, no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Es adictiva y no es inocua, pero no es el principal problema, como sí lo es la combustión. Muchos fumadores adultos a menudo no comprenden esta diferencia esencial entre las alternativas sin humo y los cigarrillos convencionales.
La nicotina es adictiva y no es inocua, pero no es el principal problema, como sí lo es la combustión
Un cigarrillo convencional libera más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales aproximadamente 100 han sido identificadas por las autoridades de salud pública como dañinas o potencialmente dañinas. Por el contrario, el aerosol de las alternativas sin humo es sustancialmente distinto al humo del cigarrillo. Al evitar la combustión, no se produce ni humo ni ceniza, y se reduce considerablemente el nivel de sustancias químicas nocivas.
Abandonar completamente el tabaco y la nicotina es la mejor opción. Las políticas tradicionales de control del tabaquismo, diseñadas para prevenir la iniciación y promover la cesación, deben mantenerse. No obstante, a pesar de estos esfuerzos y del conocimiento sobre los daños del tabaquismo, millones de personas continúan fumando. Las alternativas sin humo, respaldadas científicamente, pueden ayudar a los adultos que de otro modo seguirían fumando a alejarse de los cigarrillos.
Es crucial que todos tengamos acceso a datos precisos y basados en evidencias científicas para tomar decisiones informadas y fomentar el debate sobre el papel de estas alternativas en las políticas de salud pública.