Fedea cree que harán falta recortes para reducir el déficit y pide ajustes en pensiones para recomponer las cuentas públicas
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ve necesario acometer un ajuste fiscal tanto por el lado del gasto como del ingreso para recomponer las finanzas públicas españolas, maltrechas tras dos crisis —la gran recesión y la pandemia—que han llevado la deuda pública al entorno del 110% del PIB. En concreto, desde este centro de estudios —vinculado a las grandes empresas del Ibex pero con investigadores de prestigio en sus filas— creen que habría que darle una vuelta a la filosofía del gasto en pensiones a la hora de ajustar el presupuesto.
Así lo han defendido el investigador y catedrático de universidad, José Emilio Boscá, y el director de Fedea, Ángel de la Fuente en un foro de debate organizado por el Consejo General de Economistas (CGE) en el que también ha participado el jefe de estudios de la patronal catalana Foment del Treball, Salvador Guillermo.
De la Fuente, analista especializado en pensiones y seguridad social, ha señalado que los déficits continuados y el importante volumen de deuda pública acumulado por España en los últimos años deja al país en una situación de vulnerabilidad. «Necesitamos hacer un esfuerzo, una consolidación, y eso exige actuar tanto por el lado del ingreso como del gasto», ha defendido.
El investigador sostiene que para potenciar los ingresos lo mejor sería plantear una reforma fiscal en la línea de la que dibujaron los expertos del comité designado por Hacienda, que finalmente acabó en un cajón por el estallido de la guerra en Ucrania. En lo que respecta al gasto, De la Fuente ve necesario revisar «la filosofía de gasto sin límites de los últimos años, sobre todo en pensiones», que irá subiendo considerablemente en los próximos años a medida que los baby boomers se vayan jubilando.
Por su parte, José Emilio Boscá ha hecho un repaso a la situación de las finanzas públicas de las cuatro grandes economías del euro (Alemania, Francia, Italia y España). A excepción de Alemania, el déficit y la deuda pública ha aumentado considerablemente en todas ellas en comparación con los niveles anteriores a la gran recesión de 2008. Boscá ha recordado que en 2024 el pago de intereses por la deuda pública se elevará hasta el 2,5% del PIB, cuando el objetivo de déficit del Gobierno es del 3% sobre el tamaño de la economía española. Un coste de la deuda que irá in crecendo en los próximos años.
El catedrático ha señalado que el gasto público corriente per cápita ha aumentado seis veces más que el PIB por unidad de población desde 2008. Una tendencia que Boscá ve «insostenible» que se pueda seguir financiando con deuda en el futuro. El investigador acoge la reforma de las reglas fiscales europeas
Interrogado sobre dónde se puede recortar para reducir el gasto, Boscá ha señalado que se trata de una cuestión de preferencias sociales. No obstante, ha añadido que en los últimos 25 años el incremento del gasto en pensiones se ha llevado todo el aumento del gasto público en el último cuarto de siglo. Además, ha destacado la importancia de conseguir un sector público más eficiente.
Respecto a los ingresos fiscales, Boscá ha subrayado que ya se sitúan en un nivel similar a la media europea, mientras el PIB per cápita no se ha acercado a la media. En este sentido, ha comentado que aunque es posible realizar un ajuste fiscal solo a través de los ingresos como plantea el Gobierno, «no es del todo deseable». En ese caso, Boscá cree que lo ideal sería «una reforma fiscal en profundidad» y no recurrir a parches que pueden generar incertidumbre a las empresas. «Lo peor que nos puede pasar es otro gran shock negativo en los próximos años donde nos encontremos en esta situación fiscal», ha concluido.
En el lado de la patronal, Salvador Guillermo ha defendido que en ese proceso de consolidación presupuestaria —el término técnico para referirse al proceso de recortes de gasto o subidas de ingresos para cuadrar las cuentas— es compatible con bajar impuestos. El jefe de estudios de Foment ha defendido que la presión fiscal es elevada en España, pese a que se encuentra en la media europea, por el gran peso de la economía sumergida.