lo que consigue ‘Tu cara me suena’

 lo que consigue ‘Tu cara me suena’


Por fin, a Bertín Osborne le ha tocado interpretar a una mujer en Tu cara me suena. El cantante y presentador ha imitado a María del Monte, que ha acudido a acompañarlo en un dueto de original y copia. Aunque él solo se ha puesto el traje de flamenca. Porque, una semana más, Bertín ha hecho de sí mismo disfrazado. Imitación, poca. Pero da igual, el jurado de Tu cara me suena le ha dado los puntos suficientes para convertir al que fuera maestro de ceremonias de Lluvia de Estrellas en finalista. La vida por lo general no es justa. No basta con el talento, siempre se deben dar otras circunstancias. 

Y Bertín siempre ha caído en gracia. Aunque, por culpa de la intensidad de las redes sociales, no lo parezca: es de esos comunicadores que en un plató se mueve bien, intenta aprender de los demás y, habitualmente, crea un clima conciliador. TCMS va de eso: de la alegría de diferentes generaciones conociéndose a través del intercambio de canciones y anécdotas. Y como Bertín es hábil, y sabe que imitar no ha imitado nada, solo ha hecho versiones propias de otros artistas, ha cedido su puesto de finalista al siguiente de la lista. Que ha sido Esperansa Grasia. Felicidades.

Bertín Osborne haciendo de mujer en Tu cara me suena era necesario y evitable a la vez. Es el típico golpe de efecto tan evidente que no se queda en la memoria colectiva. Por tosco, por grueso. El triunfo de este programa se construye en los matices, en los atrevimientos creativos sutiles, que no se ven venir. Ahí ha sido colosalmente brillante el fondo de plano de su actuación. Mientras Bertín cantaba ‘Yo iba de Peregrina y me cogiste de la mano’, detrás había un tablao flamenco loco: con Ana Guerra caracterizada de Pavarotti y dos gemelas que parecían las tías de Los Simpson, Patty y Selma Bouvier. En realidad, era Mikel Herzog y Nina caracterizadas de Nina en Eurovisión. De hecho, Nina llevaba el mismo vestido de su ‘Nacida para amar’ cuatro décadas después. Simplemente el equipo de vestuario tuvo que abrir un poco las costuras.

La reaparición de Nina en el escenario de Tu cara me suena fue el verdadero punto álgido de la noche: la emoción auténtica. LLàcer, Chenoa y Gisela emocionados al reencontrarse con su compañera de OT1. La propia Nina recordaba que parte del equipo técnico del programa es el mismo. La realización, rápida, mostró a algunos de los operadores de cámara. Cómo hemos cambiado todos. Y a todos volver a aquel OT nos enfrenta a tiempos más despreocupados, tiempos en los que nos creíamos infinitos y que nos íbamos a comer el mundo. Tiempos que no volverán. En el mismo plató en el que hoy está la escenografía de Tu cara me suena, estuvo entonces el escenario de Operación Triunfo. La tele tiene mucho de teatro, pero cuando regresas a un lugar que te cambió 25 años atrás hay sentimientos que no se pueden interpretar. Porque somos las emociones de dónde venimos.



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