Los seis ‘whatsapps’ que nunca debes mandar tras una primera cita y si quieres que haya una segunda, según una experta

Tener citas en la actualidad puede ser una experiencia complicada, como muy bien saben la mayoría de los solteros. Muchas personas tienen primeras citas agradables y luego se sorprenden al comprobar que la persona con la que compartieron la velada no da señales de vida.
Según Anita Fletcher, experta en sexo y relaciones, muchas personas que buscan pareja probablemente estén poniendo en riesgo sus oportunidades de conseguir una segunda cita por culpa de los mensajes de WhatsApp que envían a la otra persona y que pueden dar una imagen de ‘desesperación’ que pueden desanimar a una posible pareja.
«Todos hemos pasado por eso, pero algunos textos gritan desesperación más fuerte que otros«, dice Fletcher. En un reportaje publicado por el Daily Mail, Fletcher enumera los seis mensajes que deberías evitar.
«¿Hola, estás ahí?»
Este mensaje aparentemente inocente es una gran señal de alerta, según Anita Fletcher. La experta explica que enviarlo varias veces a lo largo del día demuestra que estás constantemente verificando si la otra persona está disponibles y que no tienes nada mejor que hacer.
«Este texto revela la ansiedad por ser ignorado. Presiona a la otra persona para que responda inmediatamente, lo cual resulta agobiante al principio de las relaciones», dice. Mejor alternativa: espera a tener algo específico que decir. Prueba: «¡Acabo de ver la nueva cafetería que mencionaste! ¿Has probado el café frío?».
El triple mensaje
Mensaje 1: «¡Hola! ¿Qué tal tu día?» Mensaje 2: «¿Hola?» Mensaje 3: «Supongo que estás ocupado…»
Nada demuestra más necesidad que bombardear a alguien con múltiples mensajes cuando no responde con la suficiente rapidez. Este comportamiento demuestra que no puedes soportar ni siquiera breves periodos sin validación.
«Enviar mensajes de texto tres veces demuestra una mala regulación emocional», dice Anita Fletcher. «Sugiere que requerirá mucho mantenimiento en una relación». Mejor alternativa: envía un mensaje reflexivo y dale tiempo para responder. Si no responden en 24 horas, sigue adelante con elegancia.
«¿Por qué no respondes?»
Según Fletcher, este texto es la kriptonita de las relaciones. Exigir explicaciones sobre los tiempos de respuesta demuestra un comportamiento controlador incluso antes de conocerse en persona.
Fletcher señala: «Este mensaje revela una profunda inseguridad y una incapacidad para respetar los límites. Es manipulador y hará que cualquiera salga corriendo». Mejor alternativa: simplemente no lo envíes. La gente tiene vidas más allá de sus teléfonos. Si alguien te ignora constantemente, capta la indirecta.
La avalancha de información
Mensajes del tipo: «Tuve un día horrible en el trabajo y mi jefe me gritó y luego me pusieron una multa y mi madre me llamó por una comida familiar y estoy tan estresado que apenas puedo funcionar…»
Revelar tu bagaje emocional a través de mensajes de texto antes de establecer una conexión real es abrumador e inapropiado. «Las primeras citas deben ser divertidas y ligeras», aconseja Fletcher. «Guarda lo más serio para cuando hayas forjado confianza y hayas establecido una buena relación», dice. Mejor alternativa: Mantén un tono positivo en tus primeros mensajes. Prueba: «¡Hoy he trabajado mucho! Tengo muchas ganas de relajarme. ¿Qué tal tu día?».
«Te echo de menos» (tras la primera cita)
Declarar sentimientos intensos demasiado pronto es un gesto típico de necesidad. Decirle a alguien que lo echas de menos después de una interacción mínima sugiere patrones de apego poco saludables.
«Este texto implica que ya dependes emocionalmente de alguien a quien apenas conoces», advierte Fletcher. «Es demasiado rápido». Mejor alternativa: Expresar disfrute sin intensidad: «¡Lo pasé genial anoche! Me encantaría repetir pronto».
Búsqueda de validación
Buscar cumplidos o consuelo por mensaje de texto delata inseguridad. Estos mensajes, como «¿Me consideras guapo/a?», ponen a la otra persona en una situación incómoda, ya que tienen que alimentar tu ego. Fletcher explica: «La confianza es atractiva. Buscar constantemente validación sugiere que no crees en tu propio valor». Mejor alternativa: Desarrolla la confianza con acciones, no con mensajes. Céntrate en compartir ideas interesantes o en planificar actividades divertidas.
Resumen
«La mayoría de las personas envían mensajes de texto de necesidad porque operan desde un lugar de miedo: miedo al abandono, miedo al rechazo o miedo a no ser lo suficientemente buenos», dice Fletcher.
«Cuando alguien no responde de inmediato, las personas con apego ansioso caen en una espiral de situaciones desastrosas. Creen que el silencio significa desinterés, cuando en realidad la otra persona podría estar simplemente en una reunión», prosigue.
Según Anita Fletcher, la ironía es que, al mostrarse necesitado, quien envía el mensaje «crea justo lo que intentamos evitar: el rechazo». «Cuando bombardeamos a alguien con mensajes desesperados, básicamente le estamos diciendo: ‘No confío en que me quieras a menos que te recuerde constantemente que existo’. Eso es agotador para quien lo recibe», dice la experta.
«¿Mi consejo? Deja el teléfono y trabaja en ti mismo. Las mejores relaciones surgen cuando dos personas completas deciden compartir sus vidas, no cuando una se aferra desesperadamente a la otra buscando su aprobación. Recuerda: la persona adecuada no necesitará mensajes constantes para recordarte que existes, y tú no necesitarás que le confirmes constantemente que le importas», concluye.