El éxito de Carlota Corredera en ‘Tentáculos’ (que no se mide en términos de audiencia)

Hay vacíos que son complicados de llenar. La pandilla de Ni que fuéramos ya está preparando su desembarco este lunes en TVE. Las miradas están puestas en cómo actualizarán desde la televisión pública el universo Sálvame que reinó en la edad de oro del reality show del corazón en Telecinco.
Desde entonces, los tiempos han cambiado. Nosotros, también. Ya nadie somos los mismos. Pero en televisión continúa siendo fundamental contar con pilares en directo que ordenen la programación y acompañen al espectador a través de la cotidianidad cómplice. En este sentido, Ten ha sido hábil en mantener su ventana desde el pisito del canal Quickie.
Aunque es inevitable que se iba a notar la diferencia de sustituir de un día para otro las arrolladoras personalidades de Belén Esteban, María Patillo y compañía. Se iba a echar de menos tanta verborrea sin demasiadas autocensuras y tanta expresividad sin posibilidad de contención.
A priori, el sustituto de Ni que fuéramos lo iba a tener complicado. Sin embargo, el acierto ha estado en apostar por Carlota Corredera que ha hecho suyo Tentáculos. Es lo mismo, pero no es lo mismo, que diría Rocío Jurado anunciando botes de pintura de Titanlux. Carlota aporta su mirada más sosegada desde una ironía suya que está aún por explorar. Así da la vuelta al lado lowcost del programa hasta compinchar al espectador que se siente partícipe de una reunión de amigos en la que se puede hablar de todo. Incluso promocionar a otra cadena desde la que empiezan a competir los antiguos inquilinos del piso.
Es la suerte de que las expectativas no sean gigantes y que emitas desde un apartamento con vecinos que se quejan si te pones a dar aplausos a las diez de la noche. Quizá no puedas gritar para no molestar a los de arriba, pero puedes sentirte más libre, puedes dejarte crear y, sobre todo, puedes permitirte comunicar con la profesionalidad que no es engullida con las avaricias de creerte que eres poderoso. Porque el entorno te baja los aires, el contorno impide los peligros de la excitación del ego.
Encima Carlota Corredera transmite estar en un punto de madurez que permite a uno saber lo que quiere ser y lo que no. Ha logrado ser autora de sus programas incluso cuando no son suyos. Ni necesita el reclamo de crear un efímero meme para visibilizar el show ni sumar exclusivas a la vieja usanza, pues cuenta con una cualidad más esencial para crear comunidad de largo recorrido en la tele: ser una contadora de historias. Hasta cuando no puede verbalizar todas las palabras.