La despedida de David Cantero que no pudo ser por la tele

«No sé si ustedes habrán sospechado de quién es esta corbata«. María Casado empieza a deshacerse el nudo de la corbata que abrocha su cuello. Nudo literal y, tal vez, nudo alegórico. Muchos estábamos esperando a ver si iba a verbalizar algo sobre la inesperada ruptura laboral entre su pareja de informativo, David Cantero, y Mediaset. Y no es que haya dicho unas palabras, directamente llevaba a Cantero puesto encima. En modo corbata, eso sí.
María se quitaba el nudo, María compartía la emoción: «Hoy ha sido un día difícil para mí. Solo decirle que le quiero mucho, que le echo mucho de menos. Igual que todo el equipo. Y seguramente como ustedes en casa. David, disfruta de la vida como tú sabes«.
Y las lágrimas empezaban a asomar en los ojos de María, mientras el zoom de la cámara se había acercado lentamente. La buena tele va unida a la teatralización. Más en momentos complejos como este, donde está en juego la imagen de la empresa y la empatía con un compañero. Equilibrio conseguido: María Casado ha logrado una puesta escénica elegante para cerrar una breve segunda vida profesional con el que compartió tantos Telediarios en TVE.
En Telecinco solo han sido seis meses fugaces, que se han roto en mitad de temporada cuando nadie lo esperaba. Seis meses en los que sus informativos de fin de semana han llamado la atención de las redes sociales por la manera más lúdica de jugar con el espectador cuando el tema lo permite. María y David se han puesto narices de payaso, se han hecho bromas con dobles intenciones sobre bollos e incluso han lazado un escudo de capitán América por el aire del plató. Con ruido final que parecía que se había roto algo. Está bien el arte del gag para coger aire entre tanta noticia asfixiante, aunque siempre si se justifica narrativamente con la historia a contar y siempre si el informativo no se ata a los golpes de efecto como forma de destacar en la atención del público. Porque los ‘Telediarios‘ no viven de los memes de la viralidad, viven de la credibilidad incesante.
La imagen final de Cantero en Informativos Telecinco no ha sido con la nariz de payaso puesta. Casi, pero no. Aunque sus últimas palabras en directo suenan, vistas ahora, al agradecimiento profundo de una despedida: «gracias por todo«, concluyó antes de quitarse el micro, que no la corbata, el pasado domingo.
A veces, no hace falta nada más que un gracias por todo y por tanto. Sin embargo, esta vez, David Cantero sí que ha colgado un vídeo más largo en su Instagram en el que desmiente las especulaciones que afirmaban que se jubilaba. Y reconoce que, después de 15 años en Mediaset, ha sido «una separación durilla».
Es la ventaja de las redes sociales que, a pesar de que te quedes de repente sin medio de comunicación, el presentador puede mantener el puente con sus espectadores a través de sus perfiles públicos. Antes era habitual que comunicadores o colaboradores desaparecieran de golpe de la pantalla y no se sabía muy bien su situación. Salían de emisión sin posibilidad de despedida, a menudo azuzándose especulaciones varias y, como consecuencia, ellos mismos se sentían huérfanos de poder aportar su explicación, su adiós. Hoy, en cambio, podemos buscar y encontrar dónde están. Y escuchar su versión sin demasiadas políticas empresariales de por medio, solo conectando con la persona desde su hogar diciendo, de tú a tú, «aquí estoy, aquí sigo». La persona ya sin la corbata puesta.