Barcelona dará salida al Tour de Francia de 2026 con una crono por equipos con final en Montjuïc

 Barcelona dará salida al Tour de Francia de 2026 con una crono por equipos con final en Montjuïc



Barcelona se prepara para «hacer posible el sueño» de acoger una Gran Départ del Tour de Francia. Estas eran las palabras del alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, antes de que la organización de la prueba mostrará las primeras tres etapas de la edición de 2026, que tendrán lugar entre el 4 y el 6 de julio. La ciudad albergará una contrarreloj por equipos con final en Montjuïc y será también el final de una segunda etapa que dará comienzo en Tarragona. Pondrá su broche de oro a la presencia de Cataluña en la competición la tercera de ellas, que desde Granollers, devolverá el Tour de Francia a su país a través de los Pirineos.

El Ayuntamiento de Barcelona se había puesto entre ceja y ceja volver a traer La Grande Boucle tras su última presencia en 2009. Eso sí, siendo la primera vez que acoge la salida de las tres semanas de competición y convirtiéndose en la tercera ciudad española que también la alberga tras San Sebastián (1992) y Bilbao (2023). La apuesta del gobierno municipal costará cerca de diez millones de euros que «compartirán las tres Administraciones», es decir, el Ayuntamiento, la Diputació y la Generalitat de Catalunya. De esta manera, la ciudad catalana tomará el relevo de Florencia, que acogió la salida en la edición de 2024, y de Lille, que lo hará en 2025.

La primera de las etapas será una contrarreloj por equipos por las calles de Barcelona con una novedad respecto a las anteriores ediciones. La apuesta de la organización es que los tiempos se registren de manera individual en la clasificación general para buscar que los grandes favoritos como Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard o Primoz Roglic. Con una salida desde el Fórum, los equipos ciclistas recorrerán la calle Aragón y Mallorca –pasando por la Sagrada Familia- para encarar la subida final a Montjuïc hasta llegar al Estadi Olímpic.

La segunda etapa conectará Tarragona con la capital catalana. En paralelo al litoral, el recorrido llevará a los ciclistas a entrar a Barcelona desde Sarrià, tras coronar los picos de Begues y Santa Creu d’Olorda. Un circuito con tres vueltas en Montjuïc -similar al de la jornada anterior- pondrá fin a la presencia del Tour de Francia en Barcelona. La tercera etapa tendrá el punto de salida en Granollers, pero el final irá hacia Francia cruzando por los Pirineos.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha agradecido a los organizadores de la prueba por «hacer posible este sueño» tras años insistiendo en traer la competición. «La ciudad se convertirá en la capital mundial del ciclismo«, ha destacado el edil durante la presentación, dónde también ha recordado que la capital catalana ha acogido también unos Juegos Olímpicos, la Copa América de vela y el Mundial de Fútbol del 1982 –y la futura edición de 2030-. Asimismo, ha remarcado que la capital catalana «quiere la bici como deporte, pero también como medio de transporte», tras poner énfasis en los 270 kilómetros de carril bici que tiene la ciudad.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha resaltado que la llegada del Tour de Francia es «una oportunidad para Barcelona y que beneficia a toda Cataluña». Además, ha destacado que la prueba permite «promover los valores europeos» porque es «un símbolo de convivencia, de paz y de celebración de la fraternidad entre países». «El tour no entiende de fronteras, porque une a países a través del ciclismo«, ha remarcado el mandatario catalán. Finalmente, ha destacado que las tres etapas son una oportunidad «única» para «dar a conocer Cataluña al mundo y mostrar elementos representativos como el deporte y el paisaje».

El director del Tour de France, Christian Prudhomme, ha asegurado que el sueño de volver a Barcelona era «compartido» desde su última presencia en 2009. «El prestigio de la gran ciudad catalana, su atractivo y su corazón palpitante ya eran bazas para acoger una Gran Départ«, ha explicado. Finalmente, ha añadido que «su capacidad para organizar los mayores acontecimientos deportivos convirtieron el deseo [de volver a Barcelona] en una elección clara«.



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