Lo que tenga que donar la gente, que sea de puerta a puerta, el resto no llega
El pasado domingo se cumplieron dos meses desde que la peor DANA del siglo arrasó con gran parte de Valencia y se cobró la vida de más de 200 personas y supuso que miles de personas vieran cómo el agua acababa con sus viviendas y negocios.
Ahora, con la llegada de la Navidad, un equipo de Espejo Público se ha desplazado a Alfafar, uno de los municipios afectados por la riada cuyos habitantes continúan tratando de recuperar la codiciada normalidad, pese a que muchos lo han perdido todo y aseguran que no tienen nada que celebrar.
Tal como ha explicado María Ángeles, aunque han pasado dos meses de la tragedia, aún sigue limpiando su casa que, al ser una planta baja, fue completamente arrasada por el agua y, por tanto, la humedad se ha apoderado del inmueble. Así, la mujer ha señalado que cree que será «muy difícil» que pueda regresar pronto a su vivienda, pues se necesita una gran cantidad de reparaciones y reformas.
Pese a su deplorable situación, la vecina de Alfafar se ha mostrado muy agradecida con la gran cantidad de donaciones que han llegado a las zonas afectadas por la DANA; destacando que gracias a otros ciudadanos puede tener algunos muebles básicos como un sofá, una mesa y seis sillas. De la misma manera, María Ángeles ha explicado que en la riada perdió todos sus electrodomésticos, pero la generosidad de la gente ha hecho que pueda volver a disponer de una lavadora, un microondas y una nevera.
Sin embargo, tal como ha señalado la mujer, las ayudas que han recibido proceden de donantes privados, pues del dinero prometido por las administraciones públicas aún no tienen ninguna noticia: «Lo que tenga que donar la gente, que sea a nivel de puerta a puerta, de personas. Lo que viene a través de instituciones no llega. Lo que sí llega es lo que viene a la puerta».
Por su parte, Rocío, vecina de María Ángeles, ha señalado que «este año no se puede celebrar nada»: «Apretaría un botón para que hubiesen pasados dos años, para que estuviese normalizada la situación; pero esto ni en dos años se normaliza«.
