Las elecciones en EEUU se preparan con los niveles de riqueza y deuda en máximos históricos
Algunas cosas son tan predecibles en un año de elecciones presidenciales en Estados Unidos (EEUU) como las ventas de banderas y globos o la saturación de discursos políticos en los medios. Sin embargo, lo que está ocurriendo en 2024 va mucho más allá de las clásicas dinámicas electorales. Mientras los candidatos afinan sus campañas, los niveles de riqueza y deuda en el país han alcanzado récords históricos.
La riqueza de los estadounidenses en récords históricos
En los primeros meses de 2024, la riqueza de los hogares estadounidenses alcanzó niveles récord, gracias a un mercado bursátil en plena expansión, con el índice S&P 500 subiendo un 10.6% en el primer trimestre, alcanzando nuevos máximos históricos. Según la Reserva Federal (Fed), el patrimonio neto de los hogares superó los 160 billones de dólares, un crecimiento del 3.2% o 5,1 billones respecto al trimestre anterior. La mayor parte de este aumento provino de la revalorización de las acciones, que aportó 3,8 billones de dólares, mientras que el sector inmobiliario añadió otros 0,9 billones.
Lo interesante de la acumulación de riqueza en 2024 es que, a pesar del crecimiento general, la distribución sigue siendo profundamente desigual. El 10% más rico de los estadounidenses posee aproximadamente el 67% de la riqueza total del país, lo que refleja una concentración significativa. Mientras tanto, la clase media, que representa el 20% medio de la población, controla solo el 8% de esa riqueza.
Estas cifras dejan claro que, aunque más hogares han podido beneficiarse del auge en los mercados, la brecha entre los más ricos y el resto sigue siendo abismal.
Ganancias récord impulsadas por los intereses y dividendos en 2024
Los ingresos derivados de inversiones, como intereses y dividendos, han sido otra fuente de crecimiento financiero para los hogares estadounidenses. Durante el primer trimestre de 2024, estos ingresos alcanzaron los 3,7 billones de dólares, según el Departamento de Comercio. Esta cifra representa un aumento de 770.000 millones en comparación con hace cuatro años. Esto no solo está fortaleciendo la posición financiera de las familias, sino que también está alimentando su capacidad de consumo, uno de los motores clave de la economía estadounidense.
Sin embargo, aquí surge una preocupación. Dado que estos ingresos están concentrados en los hogares más ricos, cuya propensión marginal al consumo es menor, no todo el dinero generado se traduce en un aumento del consumo. Esto podría limitar el impulso económico que normalmente proviene de un mayor poder adquisitivo en la clase media o baja.
La volatilidad del mercado antes de las elecciones
Y mientras tanto, en el horizonte político, las elecciones están creando su propia dosis de incertidumbre. Los mercados financieros suelen ponerse nerviosos antes de una elección presidencial, y este 2024 no es la excepción. Cetera Financial Group ha analizado el rendimiento del S&P 500 durante las elecciones desde la Segunda Guerra Mundial, y ha encontrado que el mercado tiende a caer un promedio del 0.6% en los 60 días previos a las elecciones.
Las variaciones son aún más pronunciadas dependiendo de si el partido en el poder retiene o pierde el control de la Casa Blanca. Cuando el partido en el poder gana, el mercado ha registrado un crecimiento promedio del 2.9%, mientras que, si pierde, los mercados han caído un 3.6%. Esta volatilidad es un reflejo de la aversión de los inversores a la incertidumbre, que está muy presente en este ciclo electoral.
Sin embargo, el impacto no termina con la elección. Desde el día de las elecciones hasta la toma de posesión, el S&P 500 ha registrado una ganancia promedio del 1.5% desde 1944. Las elecciones reñidas, como las que se anticipan este año, tienden a generar repuntes más pronunciados en los mercados post-electorales.
La deuda presiona en un entorno de crecimiento
Aunque la riqueza de los hogares ha alcanzado niveles récord, el aumento de la deuda en Estados Unidos sigue siendo motivo de preocupación. En el primer trimestre de 2024, la deuda no financiera total creció un 4,5%, según datos de la Reserva Federal (Fed). La deuda federal ascendió a 34,8 billones de dólares al cierre del segundo trimestre, mientras que la deuda de los hogares, que incluye hipotecas, préstamos estudiantiles y de consumo, alcanzó los 20,2 billones de dólares. Además, la deuda de las empresas no financieras completa el resto de este panorama, aunque los datos exactos no están disponibles en este momento. En total, la deuda no financiera en Estados Unidos supera los 75 billones de dólares en 2024.
Este aumento en los niveles de deuda añade presión al panorama económico, a pesar de que la tasa de crecimiento se ha desacelerado respecto a trimestres anteriores, donde superaba el 10%. Aun así, el crecimiento de la riqueza y los ingresos derivados de inversiones podrían actuar como amortiguadores frente a una posible desaceleración económica. La moderación de la inflación, junto con la expectativa de que la Fed reduzca los tipos de interés, ofrece una perspectiva más favorable para los consumidores y sus niveles de endeudamiento en los próximos meses.
Sin embargo, las elecciones presidenciales de noviembre introducen un grado adicional de incertidumbre. Aunque los fundamentos de la economía estadounidense parecen sólidos, los resultados del 5 de noviembre serán determinantes, no solo para el futuro político del país, sino también para el rumbo de su economía y el impacto en los mercados globales.