No es el monstruo que han pintado
Denzel Washington advertía a sus amistades que se fueran de la fiesta cuando llegase «el diablo». Lewis Hamilton ha borrado todas sus fotos con él. Varios abogados están recopilando nuevas acusaciones contra él, siendo la última de 120 nuevas demandas por abusos y agresiones sexuales, con más de una veintena por pederastia. Pero su madre considera que el linchamiento público que está recibiendo por parte de los medios su hijo, Sean Combs, conocido como Puff Diddy, no es justo.
Janice Smalls Combs ha defendido en unas declaraciones Page Six por primera vez a su hijo antes del juicio por tráfico sexual, crimen organizado y trata de persona, amén de otros numerosos casos por violación, que está enfrentando el magnate musical de 54 años. «Es desgarrador ver a mi hijo juzgado no por la verdad, sino por un relato creado a partir de mentiras», ha afirmado.
«Ser testigo de lo que parece un linchamiento público de mi hijo antes de que haya tenido la oportunidad de demostrar su inocencia es un dolor demasiado insoportable para expresarlo con palabras. Como todo ser humano, mi hijo merece tener un juicio, poder compartir al fin su versión y demostrar su inocencia», ha añadido.
Janice, además, ha hablado sobre las imágenes de Puff Diddy golpeando, empujando, pegándole patadas y arrastrando por el suelo a su entonces pareja, Cassie Ventura, en un hotel en 2016 y que dieron comienzo al torrente de acusaciones contra él. «No estoy aquí para retratar a mi hijo como alguien perfecto porque no lo es. Ha cometido errores en su pasado, como todo el mundo», ha declarado, tildando de «errores» una evidencia de malos tratos.
«Es posible que mi hijo no haya sido del todo sincero sobre ciertos temas, como negar que alguna vez se ha puesto violento con una exnovia cuando la [cámara de] vigilancia del hotel demostró lo contrario, pero a veces, la verdad y la mentira se entrelazan tanto que resulta aterrador admitir una parte de la historia. Sobre todo cuando esa verdad está fuera de la norma o es demasiado complicada para creerla», ha afirmado, añadiendo que por eso se resolvió el caso extrajudicialmente.
Asimismo, Janice también ha defendido a Diddy de todas las acusaciones de agresión sexual en su contra. «No ser completamente sincero sobre un tema no significa que mi hijo sea culpable de las acusaciones repulsivas y los graves cargos presentados contra él», ha continuado, puntualizando que «muchas personas fueron condenadas injustamente y luego exoneradas»
Según ella, esto se debe a que esas personas «no encajaban en la imagen de lo que esta sociedad considera una buena persona» y que las injusticias en las condenas suelen deberse a «sus acciones o errores del pasado», si bien es precisamente así la única forma en la que actúa la justicia en todo el mundo.
De hecho, Janice ha afirmado que las más de 120 acusaciones contra él están «motivadas por quienes buscan un beneficio económico y no justicia». «Ver al mundo hacer bromas y reírse de la vida de mi hijo desmoronándose ante nuestros ojos es algo que nunca podré olvidar», ha opinado.
Pero aun así no ha querido olvidarse de las víctimas, aunque no las de su hijo, al que considera inocente: «Las falsas acusaciones de agresión sexual impiden que las verdaderas víctimas de violencia sexual obtengan la justicia que merecen».
Por último, ha añadido que el gobierno federal está utilizando las «mentiras» contra Puff Diddy para «procesarlo», pidiendo para él la oportunidad de defenderse: «Mi hijo no es el monstruo que han pintado y se merece la opción de contar su versión de los hechos. Solo puedo rezar para seguir viva y verle decir su verdad y ser reivindicado».