Más de 100 plantas de cogeneración se apagan sin retribución tras años esperando las subastas del Gobierno
La cogeneración se apaga en España. El 25% de las cogeneraciones del país ha alcanzado el final de su vida útil regulatoria en 2024 y ya no recibe retribución regulada alguna, lo que supone una pérdida de competitividad en su actividad. En total son 111 fábricas que suman una potencia conjunta de 850 megavatios (MW).
Bajo este escenario, el director general de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), Javier Rodríguez, urge al Gobierno a poner en marcha el nuevo ciclo inversor, que lleva tres años de retraso. «Estamos apagando la industria. Hay papeleras con grandes problemas. Cuando llegan al fin de su vida útil y dejan de recibir la retribución, las plantas pierden la competitividad y tienen que apagarlas mientras esperan a poder invertir y tener otros diez años de retribución», señala en conversación con La Información Económica.
El marco de las subastas está listo desde 2021, pero el estallido de la crisis energética en verano de ese año al calor de la subida de precios del gas y el CO2 en los mercados internacionales, y la posterior invasión de Rusia a Ucrania, paralizó cualquier intento de convocatoria. La idea del Ministerio para la Transición Ecológica era sacar a subastas 1.200 MW para renovar el parque actual y nuevas plantas en tres años: 351 MW en 2022, 442 MW en 2023 y 407 MW en 2024, con vistas a que estuvieran totalmente operativos en 2027. En las propuestas de Real Decreto y orden ministerial sacadas a información pública se recogía que las instalaciones de los adjudicatarios podrían operar con gas natural o biomasa y, además de aportar una elevada eficiencia, deberían estar preparadas para consumir al menos un 10% de hidrógeno renovable, así como destinar al autoconsumo más del 30% de la producción de electricidad, a menos que hubieran firmado un contrato de venta de energía a largo plazo.
500 cogeneraciones mantienen la producción
También se establecía que las plantas no podían superar una potencia de 50 MW -de 15 MW en los sistemas no peninsulares-, así como que debían presentar un plan estratégico de evaluación de impacto con las estimaciones iniciales sobre el empleo local y la cadena de valor industrial, y un plan de evaluación de impacto definitivo. El sector calcula un ciclo de inversión industrial que movilizá más de 800 millones de euros. Actualmente, hay unas 500 cogeneraciones que mantienen la producción entre multinacionales y pymes, según datos de Acogen. Las industrias alimentaria, papelera y química representan aproximadamente un 50% de la capacidad instalada, seguidas por la cerámica, el refino, el textil y y el resto de actividades. Dentro de las industrias calorintensivas destacan empresas como Damm, Viscofan, Nestle, Borges, Central Leche Asturiana, Seat, Cepsa, Repsol, BP y Pamesa Cerámica, entre otras.
«La industria necesita un nuevo ciclo inversor para poder competir implementando progresivamente nuevas tecnologías de descarbonización que se adapten a los nuevos mixes de generación renovable, con flexibilidad y digitalización», subraya Rodríguez a este medio a poco menos de dos semanas -el 15 de octubre- de que se celebre en Madrid el mayor foro de cogeneración, organizado por la propia Acogen y Cogen España. El directivo pone de relieve que el 20% del PIB industrial de España se fabrica con cogeneración en industrias que mantienen más de 200.000 empleos. «La cogeneración ha venido produciendo históricamente el 11% de la electricidad nacional (54% autoconsumida) y el 20% del gas del país en unas 600 fábricas, pero con la crisis energética la producción ha retrocedido un 35% y urgen medidas regulatorias», advierte.
Aprobada ya en junio de este año la metodología de actualización de la retribución a la operación de las instalaciones de cogeneración, tratamiento de residuos y biomasa, la cual permite al sector operar con una retribución calculada cercana al periodo de tiempo en el que será de aplicación, Acogen reclama una medida de transición para que las plantas paradas puedan mantener su funcionamiento hasta completar las inversiones. En concreto, solicita una prórroga de dos años para la operación de las plantas ya existentes y que se facilite su transición hasta que culminen las nuevas inversiones con las subastas, como ya se hizo en 2019. Dicha medida, según Rodríguez, permitiría mantener la operación competitiva en 145 fábricas prolongando la retribución (menos de 200 millones de euros al año) y recuperando la competitividad perdida por el «retraso regulatorio». ERC, Junts, PNV y PP apoyan la medida y así lo han manifestado en las enmiendas al proyecto de Ley por el que se adoptan medidas para afrontar las consecuencias económicas y sociales derivadas de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, así como para paliar los efectos de la sequía (procedente del Real Decreto-ley 8/2023, de 27 de diciembre).
Asimismo, Rodríguez explica que también se ha pedido que se incluya en la futura Ley de Industria y Autonomía Estratégica. Propone así la siguiente disposición transitoria: «Las instalaciones de cogeneración de alta eficiencia que superen su vida útil regulatoria con fecha posterior al 1 de enero de 2021 podrán percibir el término de retribución a la operación correspondiente a su instalación tipo por la energía que produzcan desde la entrada en vigor de este real decreto-ley y hasta un periodo máximo de dos años a contar desde la entrada en vigor de este real decreto-ley. Este derecho a la percepción de la retribución a la operación se extinguirá en el caso de que se asigne un nuevo régimen retributivo mediante subastas para estas tecnologías. Para la percepción de esta retribución, las instalaciones de producción de energía eléctrica con cogeneración a las que sea de aplicación esta disposición deberán mantenerse en el cumplimiento de las condiciones de eficiencia energética y de los demás requisitos recogidos en la normativa de aplicación». En definitiva, Acogen busca un ‘vehículo regulatorio’ que apruebe la prórroga antes de que termine el año.
La cogeneración, clave en Cataluña
El papel de la cogeneración es especialmente relevante para la industria en Cataluña: papeleras, alimentarias, automóvil, químicas, etc. La comunidad dispone de 140 instalaciones con 940 MW de potencia. Sin embargo, en 2024 siguen operando sólo 82 plantas con 693 MW. De este modo, según la patronal, la industria en la región ha perdido el 26% de su cogeneración entre 2021 y 2024 por finalizar su vida útil. Además, hay otras 17 industrias en riesgo por los «retrasos regulatorios» y si no hay avances por parte del Ministerio, la industria catalana perderá el 54% de su generación. En Cataluña la inversión en cogeneración podría alcanzar los 350 millones de euros para dar un nuevo ciclo de competitividad, eficiencia y descarbonización a la industria, asegurando su empleo, destacan desde Acogen.