Estamos en un tiempo en el que se criminaliza la crítica y se aborrega a la sociedad
Se describe como el único periodista «apartado con gobiernos distintos», en 2016 y 2020. Jesús Cintora (Soria, 1977) lanza su quinta obra, El precio de la verdad, en la que describe su percepción del panorama político y mediático en España y cómo se está «llevando a la sociedad a la polarización», comenta en esta entrevista a 20minutos. El libro, dice, «no es una biografía» de su trayectoria, aunque en sus líneas pone de manifiesto su experiencia en los medios de comunicación españoles y cómo «se ha entregado su cabeza» por ser considerado «incómodo».
Llama a su obra El precio de la verdad. ¿Cuál es ese precio?Estamos en un tiempo en el que se criminaliza la crítica y se aborrega a la sociedad. En mi caso, en el libro quiero que la gente se entere de cómo están funcionando los medios de comunicación en España haciendo una foto general y contando casos personales, porque los he vivido, en medios muy diversos. Tenemos un problema serio que viene desde las aulas, se está haciendo una televisión cada vez más basada en el entretenimiento y se criminaliza a aquel que hace un periodismo crítico que hace reflexionar al ciudadano.
¿Cree que ya no hay hueco para el periodismo ‘incómodo’?Se ha reducido drásticamente. Hay un cambio en la televisión, por ejemplo. En mi caso, en el programa de la televisión pública, se me quita a mí y se ficha a personajes de Sálvame. El problema no son ellos, son los directivos que van de ‘guays’ y que, en un espacio donde había un programa con un contenido crítico y reflexivo sobre lo que nos pasa como sociedad, hacen ese tipo de programas más ligeros, de entretenimiento. No tengo nada en contra del entretenimiento, tiene que haberlo, pero claramente se ha recortado en programas de investigación y sentido crítico. Esto ocurre en buena medida porque hay directivos que no quieren problemas con el poder y, por otra parte, porque se contribuye a una sociedad cada vez más entretenida. Y la sociedad avanza si tenemos un sentido crítico para mejorar las cosas.
¿Le dijeron que preferían contenidos de entretenimiento y menos crítica cuando le apartaron de aquellos programas?No, no te dicen nunca eso. No te van a reconocer eso en la vida. De entrada, me parece muy importante decir que el libro no habla de mí, retrata de forma muy útil cómo está el panorama de los medios. Luego hay algunos ejemplos que voy contando de mi propia experiencia porque lo he vivido desde dentro, pero no es una biografía. Se da la circunstancia de que soy un periodista al que se ha apartado de programas que iban bien con un Gobierno y con otro. Soy un periodista que aprendió a presentar programas de radio y televisión y no se me ha dejado trabajar con normalidad en este país. Justo en el momento en el que más gente me ve, me quitan, y paso a una etapa de 10 años en la que no se me ha dejado trabajar con regularidad. A mí constantemente me ven en la calle y me preguntan «por qué no te vemos», «por qué no estás», «por qué te quitan»… es constante.
¿Qué opina de los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez y su decisión de continuar al frente del Gobierno?Ha sido una operación para iniciar la campaña de las elecciones catalanas. Hay elecciones en Cataluña a la vuelta de la esquina y yo lo interpreto como un plan para movilizar en un contexto en el que se ha intentado aglutinar al electorado progresista en torno al electorado progresista y en un contexto en el que, con las informaciones que están saliendo de su mujer, cambia el eje hacia la intriga de ‘¿seguirá el presidente que puede frenar a la extrema derecha?’. Yo lo enclavo en un ciclo electoral, se ha demostrado además con un CIS preparado.
¿Qué piensa de ese sondeo ‘flash’ posterior a la carta?En este país no puede estar al frente del CIS alguien que viene de un partido político. Tezanos ha estado en la Ejecutiva del PSOE. Las encuestas pueden fallar estrepitosamente, entonces yo tampoco soy de los que se cree mucho determinadas encuestas. A veces, más que sondeos para saber la opinión de la población, parecen herramientas para influir en el voto. Esto no ocurre siempre, pero hay veces que sí. Hay algunas preguntas que…
¿Qué le pareció la ausencia de medios en la comparecencia de Sánchez y la concesión de la entrevista en TVE?Que hiciera la comparecencia sin preguntas entra dentro de la liturgia que se preparó. Es una liturgia de una carta, de un retiro de cinco días, gente cercana a él diciéndole a periodistas que se iba a ir… es una liturgia de ir a ver al Rey. Lo cuento en el libro: todo lo que es el marketing político, los juegos con la opinión pública… Vivimos en una gran mascarada y, por desgracia, hay mucha gente que siente desconcierto, y es muy peligroso. Acabamos de vivir una operación de ‘me voy, pero me quedo’.
¿Y la reacción de la oposición?Yo veo que la oposición tiene material más que suficiente para hacer oposición en sí, pero se ponen a hacer oposición contra fantasmas. Mira los mensajes de los últimos días. Dicen «estamos ante un cambio de régimen», en vez de hacer oposición de las cosas reales. Puedes cuestionar que se ha montado una operación, un artificio; puedes criticar cómo se maneja la política, que has prometido que no harías la amnistía y la haces; puedes cuestionar asuntos reales, tangibles y preocupantes como los problemas de vivienda o sanidad pública… pero van con la política-ficción, que hay un cambio de régimen o que nos gobiernan los terroristas. Ni hay un cambio de régimen ni nos gobiernan los terroristas, hay materia más que suficiente para hacer oposición a este Gobierno.
¿Cree que la información es libre?Hay información libre y muchos periodistas trabajamos para llamar a las cosas por su nombre. Estamos en un tiempo en el que se intenta llevar a la sociedad hacia la polarización. Por ejemplo, ¿estamos queriendo llegar a los del novio de Ayuso contra los de la mujer de Sánchez? Y luego vemos que hay un deterioro en la sanidad pública que va en aumento. A veces se tiene a la gente entretenida con las disputas y el ‘y tu más’, y no se llega al fondo de los asuntos o no se resuelven.
¿Sigue manteniendo la fe en el periodismo?Sí, por supuesto. El libro es un trabajo arriesgado por contar cómo está el oficio. Esta entrevista es de las poquísimas que me han hecho para hablar de este libro. He sacado 5. A estas alturas con otros libros ya me habrían llamado de más medios. La gente tiene que saber lo qué está pasando con la publicidad institucional, con el manejo de la opinión pública, con el intento de mantenernos distraídos con la polarización social y las trincheras.
¿Cómo cree que podemos escapar los ciudadanos de la polarización?Hay cada vez más gente en el marketing político y en la estrategia de comunicación que en la gestión. Adela Cortina alertó de estar en una sociedad de ‘tontos polarizados’. Estamos en una sociedad de gente que consume medios, no para enterarse de lo que pasa, sino para que le cuenten lo bueno de su partido y lo malo del partido rival. A mí me pregunta la gente: «¿Y cómo nos informamos?». Yo digo dos cosas. Primero, yo no quiero generalizar; no voy a caer en esto de que todo el periodismo es tal… no, porque es mentira. Hay gente muy honesta haciendo periodismo. Yo defiendo el oficio del periodismo. Y segundo, apelo a que la gente no se conforme con un único medio. Yo cada mañana zapeo, siempre recomiendo eso. Mi programa ‘Las cosas claras’ tenía a periodistas de medios muy diversos, de izquierdas y de derechas.
¿Y en cantidad? ¿Cómo se puede atraer a la población que no dedica tiempo a informarse?Estamos en un tiempo muy peligroso con el auge de las redes sociales, donde hay buen contenido, pero también mucho bulo y desinformación. La mejor herramienta para combatir la desinformación es la educación y la cultura, y llevamos muchos años en los que se desprecia la cultura y se recorta en educación. No hay planes a medio-largo plazo, como ocurre con la televisión. Y luego la ‘teatralización’ de la política tampoco ayuda. Convertir la política en un circo hace que mucha gente se aparte de ahí, y es gente que está creyendo que ya da todo igual, eso es peligroso, porque están viendo como se deterioran sus servicios públicos.
¿Cree que aquellos representantes que, según dice, «teatralizan» la política pasarán a dar ejemplo?Yo creo que hay políticos que tienen que dejar trabajar a los periodistas. Se ha caído en una excesiva intromisión de la política en el periodismo. En mi caso, mi cabeza se cortó y se entregó, esa es la realidad. El libro ofrece un panorama muy interesante para saber cómo está el panorama de los medios. Es un libro valiente, pero he optado por este camino porque yo no aspiro a hacer periodismo para los políticos, sino para la ciudadanía, y lo estoy pagando. Primero te apartan y luego intentan justificarlo poniéndote una etiqueta. Yo soy periodista, tengo mi título, que miren mi expediente académico y mi trayectoria laboral… pero llega un punto en el cual estoy en tierra de nadie, yo detrás no tengo padrinos.
También habla en su obra de la influencia de las tecnologías.Estamos en un tiempo en el que las empresas tecnológicas tienen un importante control de la información y acceden a nuestros datos. Hay gente que no consume información que le haga reflexionar o información completa. Se ha tendido a contenidos muy breves, sin reflexión, se está llegando a un modelo de sociedad con pocas herramientas críticas y a una cultura individualista. Hay gente creando en la Red que es buenísima y los medios y los periodistas tenemos que estar en las redes. Sí creo que hay una miopía de los políticos, pendientes de los medios tradicionales y no están observando el río revuelto que son las redes.
¿Tiene esperanza en el cambio del statu quo que esgrime?Sí, totalmente. Siempre. Estamos en mitad de una transformación tremenda, por mucho que otros sigan instalados en un búnker de control de medios tradicionales sostenidos con dinero público. Pero luego hay otro mundo al que no se le presta la debida atención, que va a toda velocidad, que es el de los medios digitales y las nuevas tecnologías. Y aquí hay información de calidad, creadores muy buenos, pero también un caudal de desinformación y de bulos tremendo. Y acaba gente retroalimentándose con que las vacunas son malas, con que el cambio climático lo provocan los ecologistas, con que hay que ir a asaltar el capitolio. Por eso creo que tiene que haber más periodismo en ese mundo, donde hay más consumo, que es en la Red.
Jesús Cintora
-
Periodista, presentador de TV y radio y escritor. Soria. 47 años.
Comenzó su trayectoria mediática en los micrófonos de la Cadena Ser (1996-2011), para luego dar a conocer más su rostro en la pequeña pantalla al presentar ‘Las mañanas de Cuatro’, ‘Carretera y manta’ (laSexta) y ‘Las cosas claras’ (TVE), entre otros, al tiempo que escribía para medios digitales como elDiario.es. Ahora ejerce el oficio desde sus redes sociales como X, donde cuenta con más de medio millón de seguidores, y su canal de YouTube, en el tiene casi 100.000 suscriptores.