EE UU ataca varias instalaciones de milicias proiraníes en Irak en respuesta a los ataques contra sus bases
Irak confirmó este martes la muerte de una persona y heridas a otras 18, entre ellos varios civiles, en los ataques estadounidenses de la pasada madrugada contra grupos proiraníes en el país árabe, en represalia por el lanzamiento de drones y misiles contra bases de Estados Unidos en territorio iraquí.
En un comunicado, el Gobierno iraquí condenó los ataques estadounidenses, que consideró «acción agresiva no constructiva que no sirve a los intereses comunes», mientras consideró «inaceptable» las «agresiones contra sedes de las misiones diplomáticas extranjeras» y las «bases con presencia de asesores militares de países amigos».
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han llevado a cabo este lunes ataques contra tres instalaciones en Irak, donde supuestamente se encontraban milicias proiraníes, en respuesta a las recientes agresiones contra sus bases militares en la región.
El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha señalado que se ha tratado de «ataques necesarios y proporcionados» bajo la dirección del presidente estadounidense, Joe Biden. «Estos ataques de precisión son una respuesta a una serie de ataques contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de las milicias respaldadas por Irán, incluido un ataque de (la milicia chií iraquí) Kataib Hezbolá (…) contra la base aérea de Erbil», ha indicado.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha especificado que los bombardeos realizados han tenido lugar sobre las 20.45 horas (hora local) y que, según las primeras evaluaciones, estos ataques aéreos habrían destruido las instalaciones objetivo «y probablemente mataron a varios miembros de Kataib Hezbolá«. Además, han afirmado no tener constancia de que hubiera víctimas civiles afectadas.
«Estos ataques tienen como objetivo responsabilizar a los elementos directamente responsables de los ataques contra las fuerzas de la coalición en Irak y Siria, y degradar su capacidad para continuar los ataques. Siempre protegeremos nuestras fuerzas», ha declarado el comandante del CENTCOM, Michael Erik Kurilla.
Por su parte, Austin ha precisado que el ataque de las milicias en Erbil ha dejado tres heridos entre el personal estadounidense y un miembro del servicio está en estado crítico. «Permítanme ser claro: el presidente y yo no duraremos en tomar las medidas necesarias para defender a Estados Unidos, nuestras tropas y nuestros intereses», ha remarcado.
«Si bien no buscamos escalar el conflicto en la región, estamos comprometidos y totalmente preparados para tomar las medidas adicionales necesarias para proteger a nuestra gente y nuestras instalaciones», ha manifestado el jefe del Pentágono.
Tras ello, fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión iraquí Al Sumaria han indicado que alrededor de 20 personas han resultado heridas a causa de los bombardeos estadounidenses. Así, han especificado que entre los heridos hay doce agentes del Ministerio del Interior iraquí y siete integrantes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP).
Las FMP, una coalición de milicias proiraníes fue uno de los elementos en la lucha contra Estado Islámico combatiendo del lado de las fuerzas de seguridad, con las que mantienen cierto de grado de coordinación. El grupo ha sido acusado de violaciones y abusos en el marco de la misma, así como de estar detrás de la represión de las manifestaciones de los últimos años en el país, que se han saldado con cientos de muertos.
Los bombardeos por parte de Estados Unidos han tenido lugar horas después de que las autoridades de Irak comunicaron que un dron cargado con explosivos había impactado cerca del aeropuerto de Erbil, donde se encuentra una base militar en la que hay desplegadas tropas estadounidenses e internacionales.
Las tropas estadounidenses en Irak y Siria han sido objetivo de decenas de ataques con drones y proyectiles por parte de milicias proiraníes en respuesta al apoyo de Washington a Israel en su ofensiva contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).