los retos de la CEU San Pablo para el próximo año
En apenas semanas terminará 2023 y con ello se dará paso a los retos y objetivos marcados para el nuevo año. En la Fundación CEU San Pablo, estos desafíos se centran en unos puntos clave, cruciales también para el conjunto de la comunidad educativa: el apuntalamiento de la formación a lo largo de la vida; la adaptación al nuevo modelo de Formación Profesional (FP); la atracción de talento internacional; y, por último, la vigilancia o control de las nuevas tecnologías para identificar el punto medio más adecuado para que los alumnos no pierdan capacidad de aprendizaje en las aulas.
En el ámbito universitario, la constante transformación que experimentan ya prácticamente todos los sectores hace crucial una actualización permanente del conocimiento de sus profesionales. Las necesidades cambian y, por ende, las habilidades y nociones de los propios trabajadores deben hacerlo también si no quieren quedarse atrás. Así lo ha resaltado este martes el director general de la Fundación San Pablo CEU, Javier Tello, durante un encuentro con los medios.
Entran ahí formatos clave como las microcredenciales o microacreditaciones, que permiten reconocer un logro o experiencia respecto a una competencia concreta. Para la CEU San Pablo será también primordial la internacionalización de sus centros con el objetivo de atraer a un mayor número de estudiantes extranjeros; y potenciar otro tipo de competencias que ya están demandando las empresas, muy relacionadas con las habilidades sociales. «Estamos definiendo el modelo de alumno egresado», ha explicado Coral Barba, Coordinadora de Universidades.
Nueva FP
Respecto a la Formación Profesional (FP), en la CEU San Pablo asumen que es una vía educativa que vino para quedarse, sobre todo teniendo en cuenta la brecha existente entre la demanda (de las empresas que exigen determinados perfiles) y la oferta (de alumnos formados en esos ámbitos). Según ha detallado Luis Martínez-Abarca, director del Área de Formación Profesional de la Fundación, ese desajuste se debe también a que los sectores más elegidos todavía por los estudiantes son aquellos relacionados con la informática, las tecnologías o la administración; y no tanto en la parte industrial, «que es la que más se necesita».
En ese sentido, parra Martínez-Albarca, la nueva ley de FP aprobada recientemente, aunque tenga «un enfoque muy correcto», «se ha pasado de frenada» en un aspecto que, para el director del Área de FP, es crucial en este ámbito: la dualización de todas las enseñanzas, pues el nivel de exigencia es mucho mayor para las empresas y «en un país de pymes», eso eleva la competitividad entre los centros educativos por vincularse a determinadas empresas.
Libros de texto propios
En los colegios (CEU San Pablo cuenta con 10 distribuidos en todo el territorio nacional), los retos son los mismos los que se enfrentan todos los centros actualmente: salud mental, irrupción de las nuevas tecnologías en las aulas y adaptación de los nuevos currículos. Sobre esto último, la Fundación ha anunciado que ya han empezado a generar sus propios contenidos y que a partir del año pasado ya contarán con algún libro de texto propio. «Hemos puesto tanto el péndulo en la capacitación que nos hemos olvidado de los contenidos», ha señalado Ricardo Torroba, responsable del Área Colegios.
Para reforzar esa parte, la Fundación ya ha empezado a trabajar en la creación de libros de texto de Historia, Literatura, Religión y Filosofía, para, en tres o cuatro años, «tener una línea editorial propia». Aunque esperan que ya en el próximo curso 2024/2025 puedan incorporar uno o dos de los nuevos libros en sus aulas.
También reforzarán toda la educación afectivo-sexual que llevan impulsando en los últimos años entre estudiantes de cuarto de Primaria a segundo de Bachillerato. Se trata, según ha subrayado Torroba, de un «proyecto vivo», pues la «realidad cambiante» obliga a estar en constante actualización. El último foco está, según ha detallado, en el consumo precoz de la pornografía, un asunto muy a la orden del día por la alarma social que está generando que los menores de edad tengan acceso a este tipo de contenidos por primera vez, de media, entre los 9 y los 11 años. En esa línea va tambien el Programa Mentis centrado en las áreas y problemáticas de salud mental que más incidencia están teniendo entre los niños y adolescentes, como las ideaciones suicidas, los trastornos de conducta alimentaria o el abuso de sustancias.
Tecnología en las aulas
Sobre el uso de las tecnologías en los centros educativos, en Fundación CEU San Pablo evitan hablar de prohibición sin una alternativa efectiva sobre su uso. No creen que el camino a seguir pase por vetar por completo el uso de teléfonos móviles en las aulas; sino más bien por enseñar a los estudiantes a hacer un uso responsable de ellos. Así lo indicaron también en un manifiesto difundido hace una semana por el Área de Colegios del CEU, en el que destacaban la importancia de la regulación del uso de las nuevas tecnologías y urgían a establecer un ecosistema digital, compatible pero seguro para los menores, con la supervisión de los mayores de edad.
Menos claro está el posicionamiento respecto a la Inteligencia Artificial (IA). Para Tello es fundamental hacer un replanteamiento y empezar a verla más bien como una herramienta «con un potencial enorme, pero con un riesgo inmenso» de acabar «secuestrando el derecho a pensar por uno mismo». El reto de los próximos años, ha aseverado, será equilibrar esta tecnología con «criterios muy claros» y con la responsabilidad de las instituciones y administraciones educativas.